9.18.2013

Reconciliación.

   (Cazadores de Sombras, después de Ciudad de Almas Perdidas).

Alec corrió a lo largo de toda la calle hasta llegar a la casa de él. Llamó a la puerta, agitado.

En cuanto se despertó de su pesadilla, supo que tenía que ir a verle. Que tenía que asegurarse de que él estaba bien. De que no le había pasado nada. Especialmente si se trataba de algo malo.

Cuando Magnus abrió la puerta y lo vio ahí parado, se congeló en su sitio. Aún no había olvidado lo de Camille.

Pero todo su hielo interior se derritió cuando Alec lo rodeó impulsivamente con los brazos, aferrándose a su camisa en la zona de la espalda. El chico de ojos azules dio un paso hacia adelante para juntar más sus cuerpos. Sentirle ahí, pegado a él y oliendo a sándalo, probablemente era el mejor momento de su vida hasta la fecha.

Si Magnus iba a decir algo, no tuvo oportunidad. En cuanto se separaron, Alec aprovechó para enredar las manos en el oscuro pelo de el brujo y juntar sus bocas en un ávido y salvaje beso. Antes de que cerraran la puerta del dormitorio, Magnus acertó a pensar, no din cierta diversión: «Esta va a ser una noche movidita».

No hay comentarios:

Publicar un comentario